Incluso en invierno, el clima era muy agradable, nos las arreglamos con un calentador eléctrico. Con los meses de primavera, el calor se suprimió repentinamente. Ya estoy empezando a pensar en cómo será en verano si hace tanto calor.
El tiempo había llegado en julio pasado. Antalya estaba literalmente en llamas. No hubo ningún problema porque el lugar donde trabajaba durante el día tenía aire acondicionado, y cuando regresaba a casa por la noche, me abrumaba el calor. Mi esposa estaba constantemente en casa porque era ama de casa y se quejaba mucho del calor. Ni siquiera podemos charlar con los vecinos, nos decían que instaláramos un aire acondicionado en la casa.
Mi esposa iba al mar durante el día con nuestros dos hijos y se refrescaba.Todos estábamos caminando en pantalones cortos y camisetas en casa, durmiendo en el balcón. mi hijo de 12 años y mi hija de 15 años también han adjuntado let’s get a air conditioner porque no podemos ver la televisión en el calor.
Forzamos la situación financiera y teníamos un aire acondicionado instalado en la sala de estar, mi esposa estaba muy feliz con los niños. Estábamos relajados y relajados, encerrados fuera de la sala de estar. Solo había un problema, el clima era agradable en la sala de estar, pero cuando salió, el calor lo golpeó en la cara.
Cuando llegó la hora de acostarse, le dije a mi esposa que hay un aire acondicionado en la sala de estar, vamos a dormir allí. Mi esposa dijo cómo será, el grupo de vida no tiene cama. Así que pensé que deberíamos poner un edredón en la alfombra y acostarnos. Los niños dijeron que deberíamos dormir aquí también.
Mi esposa trajo dos colchas y las colocó una al lado de la otra. Tomé una sábana sobre mí, puse mi almohada en el otro extremo y me fui a la cama. mi hijo de 12 años puso su almohada al lado de la mía y se fue a la cama. Su madre lo cubrió con una sábana. Mi esposa le dijo a mi hija de 15 años, trae tu almohada y vete a la cama. Mi hija dormía al lado de su hermano. Mi esposa puso los platos en la máquina y dijo que ya voy.
Charlamos donde estábamos durmiendo hasta que llegó mi esposa. Íbamos a disfrutar durmiendo en un ambiente con aire acondicionado en un clima sofocante. Mi esposa vino con una almohada y una sábana en la mano, el último lugar junto a la puerta le quedaba a ella. Apagó la luz y se quedó allí.
Como era el más cercano a la ventana, extendí la mano desde donde estaba acostado y abrí la cortina para iluminar la habitación. Estábamos en la sala de estar, clasificando las almohadas y alineando la pila de pescado una al lado de la otra. Muy pronto todos estábamos dormidos. En algún momento abrí los ojos, mi hijo fue al baño, pisando a su hermana y a su madre. Dic. Cuando salió del baño, se acostó junto a su madre en la entrada para no volver a pisarla.
Cuando estaba a punto de levantarlo y bajarlo, mi hija se volvió hacia mí y me echó la pierna encima. Estaba acostado boca arriba y había sábanas sobre mí. Mi hija ya había arrojado la sábana de los pantalones cortos debajo del peinado. Esperé un rato y puse mi mano en su espalda y lo acaricié en la cadera. El dispositivo en mis pantalones cortos está empezando a despertar.
Mi hija, que acaba de comenzar la escuela secundaria, tiene una hermosa pierna sobre mí un poco ella izledim.Ne se había vuelto tan espesa y hermosa. La vi en bikini cuando fuimos al mar. Sus piernas suaves, sus pechos que apenas comenzaban a hincharse, eran del tipo de morder. Ahora esa pierna estaba de pie sobre mi polla.
Los ronquidos de mi esposa se agregaron a los ronquidos de mi hijo, y mi hija dormía igual. Puse mi mano hacia abajo hacia sus piernas, acariciando sus nalgas. Continué acariciándola muy suavemente con mi mano desde su pierna hasta su muslo.
Esperé un rato y puse mi mano en su cadera a través de la pierna de los pantalones cortos entre sus piernas y continué acariciando a Dec. Toqué sus bragas con las yemas de los dedos a través de la pierna de los pantalones cortos y la acaricié.
Estaba sin aliento, podía sentir los latidos de mi corazón en mis oídos. Con la punta de mi dedo, levanté el borde de sus bragas y moví decentemente mi dedo entre sus piernas. Hacía calor entre las piernas, traté de acariciarlo decentemente con el dedo tanto como fuera posible.
Mi hija estaba acostada quieta, mi mano en sus pantalones cortos, las yemas de mis dedos entre mis piernas, solo esperé un poco. Dic. Seguí respirando, acariciando entre las piernas con la yema del dedo, tocando los agujeros de mi hija. Dic.
Cuando mi hija estaba a punto de mudarse, inmediatamente aparté mi mano. Cuando aparté la mano, se volvió hacia el otro lado. Me alegro de que volviera porque mi polla debajo de su pierna estaba a punto de salir.
Esperé un rato y aparté mi mano de detrás de mi hija, cuya espalda estaba frente a mí, acariciando sus nalgas. Mi pene no cabía en mis pantalones cortos. Mientras me arreglaba la polla, mi hija acercó la cadera a mí. Un poco más tarde, vino hacia mí un poco más y puso su cadera contra mí.
Todavía estaba acostado de espaldas. Levanté la sábana encima de mí y la cubrí sobre mi hija y sobre mí. Saqué mi polla de la pierna de los pantalones cortos y me volví hacia mi hija y la abracé por detrás de la sábana. Lo estaba frotando por detrás con mi polla apoyada en su cadera.
Me quité ligeramente la pierna de los pantalones cortos de mi hija y me metí la mano en sus bragas, la acaricié sobre las bragas por un rato, luego le quité las bragas a un lado. Puse mi polla junto a sus bragas, que había quitado de la pierna de los pantalones cortos,y comencé a frotarla lentamente.
Por un lado, estaba cubierta entre mis piernas, por otro lado, estaba mirando a mi esposa e hijo. Estaban durmiendo profundamente, habiendo caído en un sueño muy profundo. Las bragas que me había quitado volvieron entre mis piernas y mi polla se frotaba contra las bragas. Dic.
Mientras me quitaba las bragas de nuevo con la yema del dedo, susurré suavemente al oído de mi hija, diciendo que si no era por esas bragas. Pude desnudar las bragas un poco demasiado esta vez y decantarme cómodamente entre las piernas. Cuando la decapitación de mi hija comenzó a mojarse, no pude soportarlo más. Apenas llegué al baño y eyaculé allí. Cuando regresé, me di la vuelta y me fui a la cama y dormí.
Fui a trabajar por la mañana, siguieron durmiendo porque era feriado. Llamé por teléfono mientras estaba en el trabajo, se fueron al mar. Llegué a casa del trabajo por la noche y todos dijeron que tenían un sueño muy cómodo con aire acondicionado mientras comían y que definitivamente dormirían allí esta noche.
Le dije que dormí muy bien y que lamentaba no tener el aire acondicionado instalado hasta ahora. Cenamos, tomamos café, té, fruta y luego llegó la hora de acostarnos. Mientras mi esposa estaba tendiendo los edredones, llené dos vasos helados de coca-cola del armario diciendo que me sentía como coca-cola. Le di una a mi hijo y bebí la otra. Por cierto, mi hija me dijo que no, y la llené en uno. Dic. Vi cara a cara con mi hija, dije, bebamos.
Quería que mi hijo fuera al baño y se levantara. Después de beber la coca, entré y me acosté en mi casa de ayer. Un poco más tarde, mi hijo vino y durmió conmigo. Le puse una sábana encima y le dije que nos fuéramos a dormir. Mientras nos íbamos a la cama, mi hija vino, cubrió la sábana y se fue a la cama. Mi esposa probablemente se quedó en la cocina un rato. Mi hijo, que estaba acostado a mi lado hasta que llegó, ya se había quedado dormido.
Configuré mi teléfono móvil para dos horas más tarde por si me quedaba dormido. Mi esposa apagó la luz y se acostó a la entrada de la puerta. Empecé a esperar como si estuviera durmiendo de espaldas a mi esposa. Los ronquidos comenzaron a provenir de mi esposa, y después de un tiempo mi hijo se levantó para ir al baño.
Mientras esperaba de espaldas, vino mi hijo, pero no se acostó junto a su madre en la entrada y durmió en su lugar. Pronto comenzó a silbar y a quedarse dormido. Mi hija se levantó en el baño mientras yo pensaba qué hacer. Cuando se fue, empujé suavemente a mi hijo hacia el otro lado. Cuando mi hija llegó, pasó junto a su hermano, que se acercaba a ella, y se acostó a mi lado. Había dormido de espaldas a mí, sin una sábana que lo cubriera.
También le di la espalda a mi hija, le dimos culo a culo. Mi hija puso su cadera más cerca de mí y la descansó. Me di la vuelta lentamente y lo abracé por detrás. Después de acostarme un poco envuelta, comencé a acariciar su pierna y muslo debajo de los pantalones cortos. Cuando puse mi mano a través de la pierna de los pantalones cortos, me di cuenta de que mi hija no llevaba bragas. Esa fue una buena señal para mí.
mi niña Liseli de 15 años no tenía bragas y estaba acostada justo frente a mí. Me aparté de detrás de él, lo recosté suavemente sobre su espalda y lo cubrí con una sábana. Saqué mi polla de la pierna de mis pantalones cortos y me acurruqué junto a mi hija debajo de la sábana. Ahora los dos estábamos bajo la misma sábana. Acaricié su coño sobre los pantalones cortos de mi hija que estaba acostada boca arriba. Lentamente puse mi mano a través de los pantalones cortos, sí, mi hija no llevaba bragas, comencé a palmear y acariciar su coño fresco.
Después de observar y escuchar brevemente lo que me rodeaba, lentamente bajé los pantalones cortos de mi hija hasta las rodillas. El coño de mi hija estaba ahora bajo mi mano.Mientras acariciaba y tocaba los labios de su suave coño, su coño se mojó empapado. Saqué mi polla del costado de mis pantalones cortos y la froté en los labios de su coño. Lo estaba disfrutando increíblemente. Cuando mi hija abrió ligeramente las piernas, simplemente inserté y quité la cabeza de la herramienta.
Antalya estaba ardiendo, pero el fuego principal estaba en el coño de mi hija. Era como si hubiera un volcán dentro. Volví a colocar la cabeza de la herramienta y comencé a ir y venir. No puedo decirte el placer que tuve. Tenía ganas de arrancar todo el asunto y apagar el fuego, pero no lo hice, solo aceleré por vargel con la cabeza de la herramienta. Miré, llegué a la parte superior, inmediatamente me lo quité y eyaculé en mis pantalones cortos.
Metí la cabeza debajo de la sábana, besé y olí los labios vaginales de mi hija y lamí los jugos de su coño. Le quité los pantalones cortos, le planté un beso húmedo en el labio, le agradecí en un susurro al oído y fui al baño. Me cambié los pantalones cortos mojados y me acosté en mi asiento. Decidí comprar otro aire acondicionado lo antes posible y mudarme a nuestra habitación.